El siglo XXI trae
consigo numerosos planteos; nuestro presente está articulado por sociedades
regidas por la comunicación y la tecnología, de la misma manera que por el
avance de la ciencia.
Como
parte de las nuevas resignificaciones que acontecen, nos podemos plantear las que
inciden dentro del ámbito científico y médico, vinculadas a la manipulación genética.
Antes de eso es oportuno conocer...
¿Qué
es la manipulación genética?
Cuando
nos referimos a este tipo de actividad, hablamos de la modificación del ADN de
una especie; esto se logra a través de procedimientos técnicos, que persiguen algún
tipo de beneficio para la humanidad.
Si
bien las investigaciones científicas sirven en muchas ocasiones para encontrar
la cura de enfermedades, también es válido pensar que la intervención artificial
sobre la información genética puede ser el principio de la selección arbitraria
de caracteres humanos que podrían considerarse especiales u óptimos para
determinados requerimientos, también arbitrarios. Según lo antes mencionado la evolución de este tipo de actividad, no es positiva para el progreso de la humanidad. Es por esto que la Declaración Universal sobre Bioética y
Derechos Humanos señala en su artículo 3° “Se habrá de respetar plenamente la dignidad humana, los derechos
humanos y las libertades fundamentales (...) los intereses y el bienestar de la
persona deberían tener prioridad con respecto al interés exclusivo de la
ciencia y la sociedad”.
Tal
y como lo afirma la investigación sobre el Análisis
Genético y Manipulación Genética en los Principales Documentos Internacionales,
publicada por biblioteca de la Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM, “la inalterabilidad e intangibilidad del
patrimonio genético humano no patológico como bien jurídico garantiza la
integridad y diversidad de la especie humana”. Relacionando esta última con
la postura católica, la manipulación genética no debería ser una práctica
enmarcada dentro del ADN humano, ya que existe un orden natural que se debe respetar, caso contrario estaríamos pacíficamente avalando el principio de las investigaciones propuestas por Hitler, para encontrar la raza perfecta.