4 mitos sobre los psicólogos

miércoles, 10 de agosto de 2016

¿Estás pensando en estudiar Psicología? Seguro te interesa cómo se desenvuelve el comportamiento de las personas, cómo desarrolla sus conocimientos. La universidad tiene muchas carreras del área de la psicología para ofrecerte: licenciaturas, profesorados, maestrías, etc., pero tienes que entender primero que no es como en las películas o como te lo cuentan: los psicólogos no detectan mentiras, no están todos locos (¿y por qué nos interesaría esto?), no son todos iguales en sus métodos.

 

He aquí algunos mitos sobre los psicólogos que pueden interesarte.

1.       Todos los psicólogos son analistas. Error. Existen varias ramas dentro de la psicología (la social, la organizacional, la educacional, etc.) y sólo la psicología clínica se dedica al análisis en consultorio con pacientes. Y eso sin contar que dentro de la psicología clínica existen otras ramas, como el psicoanálisis.

2.       El psicólogo te conoce al instante. Antes de conocer un tratamiento, el psicólogo realizará una evaluación: analizará problemas, cómo afectan estos en el paciente, características del paciente, etc. Para realizar bien su trabajo, es imprescindible que el paciente aporte información necesaria, el psicólogo no puede basar su trabajo en suposiciones previas.

3.       Tal vez pueda hacerle una consulta pequeña… Sigue la idea anterior. No puede hacer su trabajo basado en suposiciones y poca información, no es cuestión de hacerle unas preguntas al psicólogo vecino a ver qué tiene que decir y seguro me solucionará este problema que tengo. Además, estamos hablando de un profesional: no esperes un trabajo flojo ni que lo haga gratis.

4.       Los psicofármacos son el mejor tratamiento. Medicamentos como ansiolíticos, antidepresivos, etc., pueden ser muy efectivos, pero sólo si son utilizados de forma correcta. La automedicación no es recomendable en ningún caso y necesitas de un psicólogo que te las recomiende. Además, hay problemas que solucionarás sin medicamentos, enfrentándolos, estudiándolos desde otras perspectivas, y ahí también reside el trabajo de un buen psicólogo.